Segundo Canto del Siervo ( Is 49, 1-7)
+ Ya quisiera yo (Ismael Serrano – “La memoria de los peces” – 1998)
El segundo canto trata de la identidad del profeta. El profeta nos dice: “El Señor me llamó, en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre” (v1) “El Señor que, desde el vientre, me formó siervo suyo” (v5)
Nos recuerda las palabras de San Pablo a los Efesios: “Él nos eligió en la persona de Cristo,antes de crear el mundo, para que fuésemos santos” (Ef 1, 4)
Dice Ismael Serrano en su canción:
“Ya quisiera yo ser librepensador,
no oír el rugir de tripas de tantos, ni su llanto, ni su dolor,
establecerme correcto, filósofo, neutral, independiente”.
Lo cómodo sería no hacer caso de la llamada del Señor, de su elección, de haber sido elegido para una tarea tan incómoda y poco popular como lo es el ser profeta.
Pero pese a las excusas del escogido, con ejemplos tan claros como los de Jeremías o Ezequiel, no le es posible hacerse el indiferente o rehusar “razonablemente”.
Sigue la canción:
“El caso es que me afectan las cotidianas tristezas,
la de los supermercados, la del metro y las aceras,
también las que me quedan lejos,
las de los secos desiertos, las de las verdes selvas.El caso es que me parecen buena gente,
algunos luchadores del ocaso,
que se parten el pecho por ser escuchados,
que morirán en alguna esquina, tiroteados”.
Cuando la canción dice “que se parten el pecho por ser escuchados, que morirán en alguna esquina, tiroteados” me recuerda al versículo 7 de este Segundo Canto de los Siervos: “Al despreciado y aborrecido de las naciones, y esclavo de los tiranos” (v7)
Los cristianos del siglo XXI debemos profundizar en nuestra misión profética y, por tanto, no quedarnos satisfechos con nuestras prácticas “comodonas”.
Quique Fernández
Miracle Sound Radio