¡Feliz Pascua de Resurrección! Miracle Sound Radio os invita a conocer la realidad de nuestros hermanos perseguidos, que aún celebrando la Resurrección de Nuestro Señor Jesús, hoy siguen viviendo su Viernes Santo.

«Hay muchos cristianos que viven un viernes Santo continuado durante toda la vida.» Esto lo muestra el Informe de Libertad Religiosa en el mundo que publica AIN bienalmente y que analiza la situación de este derecho en 196 países con expertos que conocen en el terreno la situación en cada país.

En su última edición, se estima que 334 millones de cristianos viven en países de persecución y 60 millones más viven en países donde se les discrimina, simplemente por el hecho de estar bautizados. Esta discriminación significa que no hay tanta violencia, que la persecución no es cruenta, pero que por ejemplo no puedes acceder a según qué puestos de la administración por ser cristiano, o no puedes acceder a la universidad y eres un ciudadano de segunda o de tercera.

Esto lo he podido vivir en primera persona en República Centro Africana quince días antes de la visita del Papa en 2015, la situación era realmente muy extrema. Es un país fallido donde la única estructura que realmente soportaba el país era la de la Iglesia y es lo que hacía que se pudiera atender a los miles de refugiados. Es un país muy violento y en el último informe la de ONU aparece como el país más pobre del mundo.

También en el Líbano, estuve visitando campos de refugiados mayoritariamente sirios que tenían que huir a causa de la guerra. Allí la Iglesia Católica no sólo atiende a católicos y cristianos, sino que no pide el “DNI” para atender a la gente. Además, un tercio de la población del Líbano ya son refugiados y está punto de estabilizarse, pero pese a todo tiene los brazos abiertos.

En Irak estuve en el Kurdistán, donde 120.00 cristianos tuvieron que huir con lo puesto y refugiarse allí. Estos cristianos vivían en Mosul y alrededores y con la llegada del ISIS tuvieron que huir y fueron a esta zona del Kurdistán iraquí. Allí han podido estar 3 años exiliados y hemos estado ayudando desde el minuto cero, tanto a los sacerdotes y obispos que tuvieron que huir como a todos los civiles, familias, niños ancianos… que llegaron sin nada del día a la noche.
Todos los niños han podido ser escolarizados, se ha podido alimentar, dar medicamentos, pagar operaciones, pagar alquileres… porque una cosa que tiene muy clara la Iglesia, es la dignidad de todas estas personas. No puede ser que estén en campos, en tiendas, donde el día que llueve allí no se pueda vivir, donde hay epidemias.

AIN ha hecho un esfuerzo muy grande, la mayor campaña de la historia para que estos cristianos que lo han dejado todo por no renunciar a la fe, puedan seguir adelante y se puedan quedar en su tierra. Ahora que ya se ha retirado el Estado Islámico, estamos ayudándoles a volver a casa. Con todo lo que significa la reconstrucción tanto de edificios religiosos como viviendas, como reconstrucción de corazones, de volver a restaurar esa convivencia cuando sabes que tu vecino te ha traicionado y cuando vuelves ves que tu vecino tiene tu televisión o tiene tu coche o que han quemado toda tu casa. Una señora nos comentaba “estoy contenta porque van a reconstruir mi casa, pero yo soy viuda y aquí veo el álbum de fotos de mi marido quemado… esto, ¿quién me lo va a devolver?”. Muchísimo dolor, pero a la vez con esa esperanza cristiana y con el perdón.