a) Aspectos iniciales básicos

Creo que merece la pena resaltar unos aspectos iniciales básicos para entender cómo Jesús ora y enseña a orar:

– Jesús fue educado en la fe judía, en el decálogo que empieza diciendo “Escucha Israel”, a modo de mandamiento previo.

– Jesús fue educado, por tanto, en la oración a Dios y la escucha de la Palabra, por María y José. María, en el cántico del Magnificat demuestra un conocimiento de la Escritura al parafrasear a la profetisa Ana.

– Jesús, en consecuencia, es un hombre de oración, no solo de oraciones.

– Jesús, como buen judío, encuentra para cada momento un salmo oportuno. No nos ha de extrañar, pues, que varias de sus oraciones se basen en la Escritura y, especialmente, en los salmos.

b) Jesús ora

El Evangelio de Lucas es el marco ideal para fijar nuestra mirada en la oración de Jesús. En ese evangelio se nos muestra la dinámica cotidiana y constante de la oración de Jesús. Veamos algunos ejemplos:

– Jesús ora antes de su Bautismo (Lc 3, 21)

– Jesús se retira a lugares apartados a orar (Lc 5, 15-16)

– Jesús ora en la montaña (Lc  6, 12)

– Jesús subió a orar al Monte Tabor, donde se transfigura (Lc 9, 29)

De estos versiculos del Evangelio de Lucas se desprende que Jesús aprovecha todas las ocasiones para dirigirse al Padre y que, especialmente, todos los momentos importantes de su vida vienen precedidos de la oración: Bautismo, inicio de la vida pública, elección de sus apóstoles, Transfiguración…

Jesús, como hombre y como Hijo, siente la necesidad de orar y, para ello, dedica tiempo y busca espacio. No es, de ningú modo, una actividad secundaria sino, bien al contrario, una realidad troncal de su existencia.

Quique Fernández

 

Escuela de Animación Bíblica

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